viernes, 25 de noviembre de 2011

Cultura matrimonial y familiar están gravemente heridas, advierte Cardenal Rouco

El Arzobispo de Madrid y Presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE), Cardenal Antonio María Rouco Varela, ha afirmado que la cultura matrimonial y familiar están "gravemente heridas" en España y en el mundo por el alejamiento de Dios.

En este sentido, ha indicadoa ayer durante la apertura de la 98º Asamblea Plenaria de la CEE, en la que estudiarán el documento 'La verdad del amor humano', que esta realidad se debe al "individualismo hedonista y el positivismo jurídico a los que ha conducido el alejamiento de Dios y de la verdadera humanidad".

Este escenario se enmarca en el estudio del nuevo Plan Pastoral de la CEE, que también prevé la realización de un congreso nacional sobre pastoral de la juventud previsto para antes de un año, y que pretende ser un foro en el que los responsables diocesanos y de otros ámbitos de la Iglesia puedan reflexionar.

Además, en el marco del Año de la Fe convocado por el Papa Benedicto XVI para 2012, se analizará la labor de la pastoral juvenil para que preste "particular atención" al conocimiento de los contenidos de la fe y de la educación en el Evangelio del amor, según ha puntualizado.

En esta línea, el Cardenal Rouco ha indicado que la pastoral juvenil ha de ofrecer cauces para que los jóvenes puedan acceder al encuentro personal con Dios, de forma que cuando tengan que tomar decisiones lo hagan "desde la perspectiva de ser santos en todo": en el modelo de vida, la profesión, el ocio, la amistad, la alegría y el dolor.

No sirven actividades apostólicas esporádicas
Para ello, ha señalado que no es suficiente con que los jóvenes participen en actividades apostólicas "más o menos esporádicas" y queden después "abandonados a ambientes y grupos de diversión despersonalizada e inmoral" o solos "consumiendo su tiempo frente a alguno de sus aparatos informáticos".

Asimismo, ha subrayado que esta pastoral es "el marco natural" de la pastoral vocacional y, en este sentido, ha indicado que en esta Asamblea abordarán una ponencia titulada 'Hacia una renovada pastoral de las vocaciones sacerdotales'.
Entre los acontecimientos de relevancia para la Iglesia, el presidente de la CEE ha destacado la "próxima" declaración de San Juan de Ávila como doctor de la Iglesia Universal y la celebración en 2015 del quinto centenario de Santa Teresa de Jesús, la primera mujer declarada doctora de la Iglesia.

"La figura de la santa abulense ha jugado un papel decisivo en la historia moderna de la mujer en la Iglesia", ha expresado, al tiempo que ha remarcado que "su influencia espiritual en el fascinante panel de mujeres santas que a lo largo de los siglos XIX y XX ha enriquecido a la Iglesia con múltiples iniciativas de caridad, ha sido extraordinaria".

Asimismo, el cardenal se ha referido a la "verdadera cascada de luz" que supuso la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) de Madrid de la que "aún no se han apagado los ecos" y que mostró "una juventud alegre, educada y sacrificada", así como "una verdadera alegría de la fe, esa que es posible vivir en la generosidad del sacrificio y en las contrariedades personales y sociales, incluso en la persecución".

Además, ha subrayado que, aunque "no se pueden contar" los efectos exactos de la JMJ en "el corazón" de la gente, ha apuntado que "no son pocas las conversiones" que se han producido , ni las vocaciones que ha suscitado, ni los lugares "donde se ven ahora colas junto a los confesionarios" y ha añadido que "muchos han visto con mayor claridad la belleza del matrimonio y de la familia vividos como vocación cristiana".

El aborto nunca es un bien, dice Derecho a Vivir a P. Novoa

La plataforma pro-vida española Derecho a Vivir (DAV) también respondió al sacerdote jesuita Carlos Novoa de la Pontificia Universidad Javeriana (Colombia) quien en distintas ocasiones ha expresado públicamente su apoyo al aborto y le recordó que "no hay circunstancia que nos haga llegar a la conclusión de que el aborto puede ser un bien".

En una declaración enviada el 22 de noviembre a ACI Prensa, DAV contesta así al reiterado apoyo al aborto que el P. Novoa ha expresado en diversos medios de comunicación tergiversando la enseñanza de la Iglesia Católica, manipulando incluso la encíclica Evangelium Vitae de Juan Pablo II.

DAV señala que "como hemos venido reiterando desde hace años, nada justifica que un ser humano sea eliminado de manera deliberada" y precisa que "los pseudo argumentos que esgrime Carlos Novoa son los mismos que los defendidos por los grupos de presión del feminismo radical y conocemos tanto su debilidad como sus respuestas".

El P. Novoa ha dicho, entre otras cosas, que el aborto terapéutico es ético y que como ciudadano es "respetuoso" de la decisión de la Corte Constitucional de Colombia que en 2006 despenalizó el aborto en tres casos, lo que la valido el aplauso de la famosa abortista Mónica Roa quien lo presenta como "un cura a favor del aborto".

DAV afirma luego que la falacia del aborto clandestino que también defiende el sacerdote colombiano jesuita es "una más de tantas que esgrimen aquellos que se dicen defensores de la mujer y al tiempo no hacen nada por impedir que sufran en sus carnes la tragedia del aborto".
"La solución a una situación de dificultad para una mujer embarazada nunca pasa por matar a su hijo. Si no por ofrecerle ayuda, por darle motivos de esperanza", advierte.

La plataforma pro-vida señala también que "el pueblo de Colombia debe aprender de la trágica experiencia española, donde la legislación ha llevado a una población crecientemente en vejecida cercana a 45 millones de personas a soportar más de 120.000 abortos anuales".
"Esta es una de las claves fundamentales del suicidio demográfico que se cierne sobre una Europa en crisis. La vida es prosperidad. A mayor número de nacimientos, mejor se sostiene el estado de bienestar, más riqueza se produce, más futuro se anuncia para la sociedad".
Finalmente DAV resalta que "Colombia y los otros países hermanos de la América hispana están en grave riesgo. En España lo hemos experimentado y tratamos de salir adelante. No caigan en la misma trampa, que además es una trampa mortal".

El pronunciamiento de DAV se suma al de Vida Humana Internacional que el 17 de noviembre recordó al P. Novoa que "no existe ninguna justificación para el aborto", al del Presidente del Tribunal Eclesiástico de Colombia, Mons. Libardo Ramírez, al del sacerdote dominico colombiano Fray Nelson Medina, a las críticas del experto canonista P. Luis Gaspar y del líder pro-vida latinoamericano Carlos Polo.

Entre quienes han protestado por el apoyo al aborto del P. Novoa, está también un grupo de jóvenes en Bogotá que se manifestaron en la Pontificia Universidad Javeriana donde solicitaron a los obispos y a la Compañía de Jesús que se pronuncien sobre este caso.

martes, 15 de noviembre de 2011

Píldora del día siguiente produce aborto, alertan obispos venezolanos

La Comisión Episcopal de Familia e Infancia del Episcopado de Venezuela divulgó este lunes un comunicado en el que recordó el efecto abortivo de la píldora del día siguiente y rechazó la promoción televisiva de este fármaco contrario a las leyes nacionales.


El aborto, recuerdan, es "la eliminación deliberada y directa, como quiera que se realice, de un ser humano en la fase inicial de la existencia, que va de la concepción al nacimiento".
Por lo tanto, precisan los obispos, "el uso de medios de intercepción es una modalidad de aborto, que en la legislación venezolana es sancionado como delito por el Código Penal, y es, además, gravemente inmoral".

El comunicado se refiere luego a un spot o comercial de TV, criticado por la periodista María Denisse Fanianos de Capriles en su columna del diario El Universal, señalando que "la promoción de este fármaco deja abierta la idea de que es lícito tener relaciones sexuales seguras sin peligro de procreación, al ofrecer la posibilidad de eliminar la vida de un ser humano ya concebido".

"Ello es inadmisible desde el punto de vista moral y legal5, dado que todo ser humano desde el momento que se inicia su existencia con el embarazo de la mujer en la concepción, posee una dignidad y el derecho a que le sea garantizada y respetada su vida, por el Estado, la sociedad, y la familia".

El texto advierte además que "la promoción del fármaco anticonceptivo no informa de las graves consecuencias y los efectos éticos, psicológicos y emocionales que sobrevendrán a las jóvenes cuando tomen conciencia de haber provocado el aborto de sus propios hijos".

Seguidamente explican que los jóvenes y adolescentes necesitan una recta educación en la sexualidad, comenzando por los padres y siguiendo por las escuelas y el Estado, que debe comprometerse en este tema y "tomar cartas en tan delicada situación".

Los prelados también cuestionan a las autoridades: "¿Por qué se está anteponiendo el aspecto comercial, a través de esta publicidad, al derecho a la vida del concebido y a la salud de las venezolanas?, ¿Por qué es posible que se pueda acceder a este fármaco abortivo sin restricción a libre venta en las farmacias?"

Finalmente señalan que "esta alerta no es una cuestión de religión ni de ideologías, sino que es el llamado al respeto del primero y principal de todos los derechos humanos, como lo es el derecho a la vida, la cual exige ser respetada y promovida desde el momento del inicio su existencia con la concepción".

Elevemos nuestra protesta visita: spot de tv 
El uso de la píldora es muy peligroso lee: testimonio

jueves, 10 de noviembre de 2011

Sin derecho a la vida ningún otro tiene sentido, dice Presidente de VHI

El Presidente de Vida Humana Internacional (VHI), P. Shenan Boquet, afirmó que es posible cambiar el mundo cuando se lucha por el derecho a la vida, que es el fundamento de todos los demás derechos.

Durante el 2° Congreso Internacional por la Verdad y por la Vida realizado los primeros días de noviembre en Sao Paulo, el sacerdote señaló que trabajar con el movimiento pro- vida implica considerar todos los elementos que ponen en riesgo este derecho fundamental, como el estilo de vida homosexual, el aborto y la anticoncepción, pues todos están ligados a la dignidad de la vida, dada por Dios a los hombres.

El P. Boquet también cuestionó sobre la situación actual de la defensa de la vida en el país. "¿Vamos a ser mudos testigos de lo que está sucediendo? ¿Soportar? ¿O qué haremos al respecto?".

El líder de VHI recordó las palabras de Pablo VI en la encíclica Humanae Vitae, y afirmó que "aquello para lo que estamos trabajando es la verdadera civilización, para que la persona sea un humano completo, pleno en Cristo".

"Dios tiene algo para nosotros, todos tenemos derecho a vivir. Todos los demás derechos pierden sentido, no existen sin el primordial, sin el derecho a la vida", afirmó. Añadió que "los cristianos son personas de esperanza, de fe, de confianza en el amor de Dios (…). Él nos envió para llevar el Evangelio de la Vida".

El sacerdote hizo una analogía entre las clínicas abortistas y las cámaras de gas usadas por los nazis, ya considera que el drama actual del aborto constituye un genocidio tan o más grave que el holocausto.
"
Nosotros queremos y podemos cambiar el mundo, sean personas de luz que lleven el amor al mundo", expresó.


LEE UN HERMOSO MENSAJE DE NUESTRO SANTO PADRE A PROPOSITO DEL CONGRESO DE LA FAMILIA: BENEDICTO XVI

miércoles, 9 de noviembre de 2011

Cómo tener un noviazgo que prepare para un feliz matrimonio

El noviazgo es una etapa maravillosa, llena de retos. Es una gran aventura, una travesía envuelta de ilusiones donde se aprende a querer y a ser querido. Aquí el corazón está inquieto, bulle como un volcán y qué mejor que aprovechar este momento tan especial y único para conocer al otro, para madurar los sentimientos, y crecer juntos.

Ahora bien, si reducimos este período en salir a bailar, a ir de en boliche en boliche, entre otras cosas, el día en que la pareja se cuestione la decisión de contraer matrimonio podrá sentir un gran vacío ya que cuando le llegue la hora de decir en el consentimiento matrimonial acepto por esposo/a a fulanito/a de tal en verdad no se tendrá ni el más mínimo conocimiento del otro en cuanto persona única e irrepetible, sino sólo un conocimiento volátil y superficial. En otras palabras, de lo dicho se deduce que podremos saber si me divierto con él o con ella, si me cae bien, si me gusta físicamente, pero casi no se podría decir nada más.

No resulta extraño, en este marco decir que es capital en el noviazgo la comunicación, y esto es algo, a lo cual no deberíamos restarle importancia. En primer lugar, hay que tener en cuenta que esta etapa es previa a un posible matrimonio y por tanto, no se debería descuidar la comunicación en lo que respecta a la propia intimidad, a los proyectos concernientes al matrimonio y familia, a los temas trascendentales de la vida, como indica Gerardo Castillo. Urge, así, hablar de los temas fundamentales de la vida, aquellos en los cuales tendrán que ponerse de acuerdo en la vida matrimonial. Es fundamental ir forjando un proyecto familiar, teniendo en cuenta que toda persona a lo largo del camino de la vida se fija metas a alcanzar, y éstas son las que le van guiando en su caminar así como lo es la rosa de los vientos para cualquier marinero. Por tanto, el proyecto familiar debe comenzar a formularse desde el noviazgo y luego, reformularse con el correr del tiempo. Es muy común observar en las parejas que dicho proyecto no se realiza explícitamente. Sin embargo, ello es muy útil hacerlo puesto que en muchas ocasiones se evitan contradicciones como puede ser el caso a la hora de ponerse de acuerdo en la forma de educar a los hijos.

Si dejamos volar nuestra imaginación, podemos ver al noviazgo como a un marinero en medio de altamar que al mirar al frente, sin ver nada más que agua, le provoca una sensación de inmensidad, donde se le hace sencillo soñar con grandes planes. Precisando un poco más, cabría decir, que soñar es bárbaro, fantástico, pero no hay que olvidar que los proyectos para que sean sólidos es fundamental que se construyan sobre roca, con madurez personal, de lo contrario se puede caer en el error de crearse una novela rosa. A su vez, no hay que perder de vista, como sostienen muchos autores, como es el caso de Gerardo Castillo (1998), que “una de las causas principales de las crisis conyugales en la actualidad es la inmadurez para el matrimonio. Es preocupante que muchos jóvenes contraigan matrimonio sin tener la capacidad y la preparación necesaria para esa nueva situación. Muchos no son concientes de las exigencias y responsabilidades de la vida conyugal”. Veámoslo con el detenimiento necesario.

Como indica el autor mencionado, la madurez para el matrimonio está influenciada con un noviazgo bien llevado. De acuerdo a lo dicho, es capital descubrir el sentido y las cualidades del noviazgo. Ahora bien, ¿qué es el noviazgo?. Para comprenderlo en su profundidad, hay que entender en primera instancia qué es el matrimonio. Éste es una comunidad de vida y amor, es la unión de una con uno y para siempre. A su vez, no hay qué olvidar que tanto el matrimonio como la familia responden a una estructura natural de la persona, a la tendencia o inclinación natural del varón a la unión con la mujer y viceversa. Dicha inclinación natural es la ley natural sobre el matrimonio. Por tanto, no es fruto de un invento o capricho del hombre, y si éste se le ocurre transgredir dicha ley, el único perjudicado es él mismo, ya que se degrada como persona humana. A modo de ejemplo, es como si un pájaro decide un buen día nadar, ya que al observar a los peces, le resulta más aventurera su vida, pero ¿qué pasaría?, la respuesta es más que obvia, se moriría al instante, ¿no?.

Luego de dar una breve síntesis de lo que es el matrimonio pasaremos a lo que es el noviazgo. Como ya se dijo, éste es la preparación previa al matrimonio. Es recomendable que tenga una duración adecuada, para que los novios puedan conocerse mutuamente lo suficiente para luego decidir responsablemente si quieren contraer matrimonio o no. Como se recalcó varias veces, en el noviazgo hay una apertura al matrimonio, al menos como posibilidad. Pero si esto se excluye no hay lugar para hablar de noviazgo, sino que se trataría de otra cosa. Por esta razón, es muy común escuchar estoy saliendo con tal persona, aunque las manifestaciones de afecto no sean propias de amigos. Esta clase de relaciones no implica ningún compromiso por parte de ninguno de los dos, lo cual es un rasgo de inmadurez que tendrá que superarse para contraer matrimonio.

Por otra parte, el noviazgo se diferencia del matrimonio en que no es indisoluble, pero se asemejan en que en ambos la pareja se debe fidelidad. A su vez, cómo el noviazgo no es lo mismo que matrimonio los novios no deberían tener relaciones sexuales. Pero como todo en la vida tiene su fundamento, esto no es una orden producto de un conjunto de personas retrógradas. Éstas son un signo corporal de una donación total mutua, pero hay que tener en cuenta que no es propio del noviazgo la entrega total. Profundizando un poco más, cuando se dan relaciones íntimas en el noviazgo, no hay una tendencia a la donación total, a la unión, sino que uno se busca así mismo, no se supera el plano individual, sino que uno se mueve en el plano de la curiosidad, especialmente, en las primeras, y como consecuencia se utiliza al otro como un mero instrumento sexual. En pocas palabras, éste comportamiento encierra un gran egocentrismo. Para entender bien éste hecho, hay que comprender que el obrar sigue al ser, es decir que un matrimonio al tener relaciones manifiestan por medio de su obrar lo que son, una caro, una carne. A su vez, debido a que la persona es una unidad substancial, que es persona encarnada, y que el cuerpo está modalizado en dualidad, la persona encuentra en su cuerpo, el don sincero de sí mismo y la aceptación de la persona amada y la posibilidad de conformar una sóla carne.

En unas palabras, es en su misma carne donde la persona puede encontrarse íntimamente con otra para darse así mismo y acoger al otro. Mediante su cuerpo encuentra la dinámica comunicativa por excelencia. En suma, en el noviazgo no hay una entrega total, sino parcial, ya que la totalidad implica no reservarse nada, como por ejemplo la dimensión de la maternidad. Es decir, no habría una entrega total ni esencial (de acuerdo a lo dicho), ni existencial puesto que no se entregaría todas las facetas de la femineidad y masculinidad en toda su duración en el tiempo.

Con otras palabras, el tener relaciones íntimas en el noviazgo podría traducirse con estas simples palabras “me gustas mucho, me lo paso bomba contigo, me atraes un montón pero todavía no quiero entregarte mi vida entera”. O sea, “estoy dispuesto a pasar una noche junto a ti, pero no me pidas nada más, en otras palabras, te entrego mi cuerpo, pero no mi vida”. Ahora bien, hay una gran contradicción puesto que la entrega del cuerpo es la expresión de la entrega total de la persona, pero la persona o se entrega para siempre, para toda la vida, o de lo contrario no hay lugar para hablar de entrega. De acuerdo a todo lo dicho no se podría hablar de un verdadero amor, pues éste se caracteriza por ser incondicional, y en éste caso no lo es.

No quisiera terminar sin unas palabras de Gerardo Castillo, “El noviazgo sirve para que dos personas de distinto sexo desarrollen, progresivamente, la capacidad de comunicarse y la capacidad de quererse”.

El «Derecho a Morir» y el «Matar por Misericordia»

Dr. Luis E. Ráez
Hace algún tiempo, los partidarios de la eutanasia, conscientes de que el pueblo estadounidense no está dispuesto a empezar a matar a sus propios ciudadanos, inventaron el término «suicidio asistido» como un eufemismo que pretende ocultar su verdadera intención: legalizar la eutanasia en el país. La eutanasia es matar al paciente con o sin su consentimiento, mientras que el suicidio asistido sería proporcionarle fármacos o herramientas para que se mate, como solía hacer el tristemente célebre «Dr. Muerte», Jack Kevorkian.

En los últimos años, las batallas por la legalización del suicidio asistido han aumentado. Con votaciones en Washington, California y Oregon, y su aprobación en este último estado ha surgido una total contradicción para el ejercicio natural de la medicina, que implica dispensar medicinas para salvar vidas y no para matar personas.

El Fiscal General de Estados Unidos, John Ashcroft, ha pedido detener tales prácticas no sólo por ser inmorales sino por ir contra las leyes federales que regulan el uso de narcóticos para aliviar el dolor de pacientes enfermos. Que el pueblo de Oregon haya votado a favor del suicidio asistido no legitima esta inmoralidad y sólo revela la ignorancia y confusión de la gente debido a la fuerte propaganda a favor. Si se legalizara el suicidio asistido en Estados Unidos se abrirían totalmente las puertas a la eutanasia ya que la mayoría de candidatos para estas prácticas serían pacientes con enfermedades crónicas como Alzheimer y otras demencias seniles (se calcula que hay más de tres millones de americanos viviendo en asilos), así como pacientes terminales con cáncer y SIDA.

Todos estos son pacientes con muy poca lucidez mental para tomar decisiones tan trascendentales y muchos de ellos están profundamente deprimidos por la situación difícil que atraviesan. En una cultura de muerte como la que vivimos, lo que es verdad y lo objetivo se relativiza con facilidad. La cultura y la publicidad están muchas veces al servicio de grupos de poder e interés como los partidarios de la eutanasia.

Un buen ejemplo es la propaganda a favor del suicidio asistido que promociona los mal llamados «derecho a morir» y «matar por misericordia». El «derecho» a morir simplemente no existe ya que uno no elige morir, así como uno no elige nacer, o no elige respirar. La muerte es parte natural de la vida del ser humano. Comprendo que en una cultura como la que vivimos donde nos hemos acostumbrado a hablar e inventar nuevos «derechos», algunos lectores se sientan incómodos con esta afirmación.

El suicidio es ilegal en Estados Unidos y existe justificación, considerando que la mayoría de suicidas son personas con problemas mentales y la mitad de ellos han visitado un médico por esa razón en los meses anteriores a suicidarse «Matar por misericordia» es otra aberración debido a que sólo Dios da la vida y sólo Él la puede quitar. Los veterinarios comúnmente «matan por misericordia» animales enfermos que ya no son útiles para el hombre, pero en este caso, hablamos de seres humanos.

La dignidad de la persona humana es trascendental porque el hombre ha sido creado por Dios y reconciliado por el Señor Jesús. No hay situación ni dolor que lleve a una persona a «valer menos», ser «menos digna» o «perder su dignidad». Numerosos documentos de la Iglesia comentan el tema como la Declaración sobre la eutanasia (1980), publicada por la Congregación para la Doctrina de la Fe; el documento del Pontificio Consejo «Cor Unum» titulado Cuestiones éticas relativas a los enfermos graves y a los moribundos (1981); la encíclica Evangelium Vitae (1995) del Papa Juan Pablo II y la Carta a los Agentes Sanitarios, elaborada por el Pontificio Consejo para la pastoral de la salud (1995).

En diciembre del año 2000, la Academia Pontificia por la Vida publicó un documento sobre la dignidad de la persona moribunda, en el cual se explica cómo la visión subjetiva de los que contemplamos el dolor y no entendemos el valor del sufrimiento humano, conduce a la desesperanza de considerarlo intolerable optando por la muerte como única salida. Rechazar la idea misma de sufrimiento, está cada vez más difundida en una sociedad dominada por el falso bienestar y el hedonismo. En el nombre de la autonomía, la persona que tiene responsabilidad sobre su cuerpo y su vida, traiciona su esencia fundamental cuando atenta contra su vida.

La autonomía personal tiene como primer presupuesto el hecho de estar vivos y exige la responsabilidad del individuo, que es libre para hacer el bien según la verdad; y sólo llegará a afirmarse a sí mismo, reconociendo que ha recibido como don su vida, de la que, por consiguiente, no es «amo absoluto». En definitiva, suprimir la vida significa destruir las raíces mismas de la libertad y la autonomía de la persona. El Papa Juan Pablo II en su mensaje a los enfermos en México en 1999 recordó que «el dolor es un misterio, muchas veces inescrutable para la razón. Forma parte del misterio de la persona humana, que sólo se esclarece en Jesucristo, que es quien revela al hombre su propia identidad. Sólo desde Él podremos encontrar el sentido a todo lo humano. El sufrimiento -como he escrito en la Carta Apostólica Salvifici Doloris - 'no puede ser transformado y cambiado con una gracia exterior sino interior [...] Pero este proceso interior no se desarrolla siempre de igual manera [...] Cristo no responde directamente ni en abstracto a esta pregunta humana sobre el sentido del sufrimiento. El hombre percibe su respuesta salvífica a medida que él mismo se convierte en partícipe de los sufrimientos de Cristo».

Enérgico llamado del Papa para detener prostitución y pornografía en Internet

El Papa Benedicto XVI dijo  que ya es hora de detener la prostitución y la pornografía, también en Internet, en su discurso dirigido al nuevo embajador de Alemania ante la Santa Sede, Reinhard Schweppe.

El Santo Padre se refirió a la cosificación de las mujeres en la sociedad actual y señaló que éste es "un aspecto crítico que, a través de las tendencias materialistas y hedonistas parece extenderse 
sobre todo en los países del mundo occidental".

El Pontífice advirtió que "una relación que no tenga en cuenta que el hombre y la mujer tienen la misma dignidad representa una grave falta contra la humanidad".
Por ello, resaltó, "ha llegado el momento de detener enérgicamente la prostitución, así como la vasta difusión de material de contenido erótico y pornográfico, también a través de Internet".
"La Santa Sede –precisó el Papa– se comprometerá para que la necesaria intervención por parte de la Iglesia Católica en Alemania contra este tipo de abusos se realice de manera más clara y precisa".

Benedicto XVI se refirió también al aporte de la Iglesia Católica al mundo, "que tiene la certeza de haber formado no solamente comunidades culturales, de diversas formas y en diversos países, sino de haber sido formada, a su vez, también por las tradiciones de cada una de esas naciones".

Defensa de la dignidad de todo ser humano


La Iglesia, aseguró el Papa "es consciente de conocer, a través de su fe, la verdad sobre el ser humano y de estar, en consecuencia, obligada a comprometerse en la defensa de los valores que son universalmente válidos, independientemente de las culturas".
"Afortunadamente una parte fundamental de esos valores humanos generales han pasado a ser derecho positivo en la Constitución alemana de 1949 y en la Declaración de los Derechos Humanos después de la Segunda Guerra Mundial".
Hoy, "sin embargo, algunos valores fundamentales de la existencia se vuelven a poner en discusión y son valores que defienden la dignidad del ser humano como tal", agregó.
Es aquí, resaltó el Papa Benedicto XVI, "donde la Iglesia reconoce el deber, más allá del ámbito de la fe, de defender en nuestra sociedad, la verdad y los valores que corren peligro".

"En este sentido, no somos nosotros los que podemos juzgar, por hablar de un argumento importante, si un individuo es ya persona o si es todavía persona y aún menos nos compete el derecho de manipular al ser humano o, por decirlo así, de ‘hacer al ser humano’".
El Papa aseguró que "solo una sociedad que respete y defienda incondicionalmente la dignidad de cada persona, desde su concepción hasta la muerte natural puede llamarse humana".
"Si la Santa Sede opina sobre la legislación de cuestiones fundamentales relativas a la dignidad de la persona –como sucede hoy en muchos ámbitos de la existencia prenatal del ser humano– no lo hace para imponer indirectamente su fe a los demás, sino para defender valores que son evidentes para todos, en cuanto atañen al ser persona".

El Papa agradeció la acogida que tuvo en su reciente viaje a Alemania en septiembre y dio gracias también al gobierno a la labor de la Iglesia, "que tiene en Alemania óptimas posibilidades de acción", tanto para anunciar el Evangelio como para ayudar a las personas en dificultad a través de las instituciones sociales y caritativas "cuyo trabajo, en definitiva, beneficia a todos los ciudadanos".

sábado, 5 de noviembre de 2011

La Eutanasia

Cuando, hace casi dos años, el Comité Episcopal para la Defensa de la Vida, dependiente de la Conferencia Episcopal Española, presentó a la opinión pública el libro "EI Aborto: 100 cuestiones y respuestas sobre la defensa de la vida humana y la actitud de los católicos", ya anunció que aquel era efímero de una serie de publicaciones que verían la luz en el futuro. Una era la idea común: estudiar el valor y la dignidad de la vida humana desde la peculiar óptica que implica el tratamiento monográfico de un problema de actualidad. En aquella primera ocasión se trató del aborto; hoy, de la eutanasia.

El amplio debate social generado por aquellas" caen cuestiones sobre el aborto", la difusión lograda por el texto en España, en Hispanoamérica y en toda Europa, especialmente en los países recién salidos de la experiencia comunista, no dejó de ser un acicate importante para el Comité a la hora de dar cumplimiento a su propósito inicial de continuar aquel trabajo sobre el aborto con otros temas de similar actualidad. El millón de ejemplares vendidos de las" 100 cuestiones sobre el aborto" y las noticias de su permanente uso como instrumento de trabajo y estudio en los más variados ambientes escolares, académicos y religiosos de varios continentes, han incentivado el esfuerzo intenso del Comité Episcopal para la Defensa de la Vida que ha trabajado durante más de un año en múltiples reuniones plenarias y de ponencia, para perfilar el texto que ahora se hace público.
Médicos, filósofos, farmacéuticos, enfermeras, teólogos, juristas, moralistas, han escrito, reescrito, discutido y redactado finalmente este texto sobre la eutanasia durante largos meses de trabajo, pretendiendo lograr un producto final fiel al doble objetivo de esta colección de trabajos: rigor técnico y científico en el tratamiento y claridad y sencillez en la exposición.

Mientras preparábamos este trabajo se han celebrado dos referendums en los EE.UU., sobre la eutanasia, rechazando en ambos la mayoría de los ciudadanos su legalización; se ha reabierto en Holanda el debate - una vez más en aquel país - sobre la despenalización de las prácticas eutanásicas; en distintos países han saltado a los medios de comunicación social noticias sobre "casos", sentencias, opiniones y propuestas referentes a la eutanasia. Estos hechos no han alterado el plan de trabajo del Comité, aunque hayan sido estudiados, valorados y considerados.
Cuando nuestro trabajo estaba casi acabado, el Gobierno Español ha aprobado un Proyecto de Código Penal - actualmente en trámite en el Congreso de los Diputados - en el que se regula la eutanasia como un delito singular acreedor a una pena sensiblemente más liviana que la del homicidio. Se Inicia así en nuestro país la tendencia de "comprensión jurídica" hacia las prácticas eutanásicas que, nos tememos, puede acabar a corto plazo con su total impunidad como ha sucedido con el aborto, despenalizado parcialmente para atender a determinados "casos extremos" y legalizado en la práctica hasta el punto de constituir ya un lucrativo negocio amparado incluso por 

determinadas instituciones del Estado.
La iniciativa legislativa del Gobierno hace de total actualidad el presente trabajo que pretende servir como elemento de reflexión para todos los ciudadanos - también para quienes emiten su voto como Diputados y Senadores - y como factor de formación para la conciencia ilustrada de los católicos.

Este documento aborda la eutanasia sin rehuir ni ocultar los argumentos de sus partidarios; sin omitir los puntos de vista más conflictivos; sin silenciar los temas más polémicos, pues creemos que la sociedad - los católicos y quienes no lo son - puede y debe dedicar un tiempo razonable a reflexionar y lo formarse antes de emitir un juicio sobre cuestión de tal relevancia.
En nuestro tiempo crecen sentimientos de ideas muy acordes con la idea de hombre, de justicia y de derechos humanos que subyace en este trabajo, pero a la vez se imponen en nuestras sociedades prácticas incompatibles con la dignidad humana. 

El Comité Episcopal para la Defensa de la Vida está convencido de que podemos impulsar los aspectos más positivos de nuestra cultura si todos hacemos un esfuerzo para ser coherentes con el humanismo que ha inspirado los aspectos más positivos de la Modernidad. Por ello, ofrece a la consideración responsable de todos los ciudadanos - también de los políticos, los médicos, educadores, familias y demás personas que han de decidir sobre la eutanasia -, un trabajo que se inspira en un profundo respeto por cada hombre, por cada mujer, por cada ser humano, que - para quienes creemos en Dios - es objeto de un amor singular y personal desde antes de la creación y no acabará jamás, proyectándose tras la muerte por la eternidad.

¿Qué es la eutanasia?

La palabra "eutanasia" a lo largo de los tiempos ha significado realidades muy diferentes. Etimológicamente, eutanasia (del griego "eu", bien, "Thánatos", muerte) no significa otra cosa que buena muerte, bien morir, sin más.

Sin embargo, esta palabra ha adquirido desde antiguo otro sentido, algo más específico: procurar la muerte sin dolor a quienes sufren. Pero todavía este sentido es muy ambiguo, puesto que la eutanasia, así entendida, puede significar realidades no sólo diferentes, sino opuestas profundamente entre sí, como el dar muerte al recién nacido deficiente que se presume que habrá de llevar una vida disminuida, la ayuda al suicida para que consume su propósito, la eliminación del anciano que se presupone que no vive ya una vida digna, la abstención de persistir en tratamientos dolorosos o inútiles para alargar una agonía sin esperanza humana de curación del moribundo, etc.

¿Qué se entiende hoy por eutanasia?

Hoy, más estrictamente, se entiende por eutanasia el llamado homicidio por compasión, es decir, el causar la muerte de otro por piedad ante su sufrimiento o atendiendo a su deseo de morir por las razones que fuere.

Sin embargo, en el debate social acerca de la eutanasia, no siempre se toma esta palabra en el mismo sentido, e incluso a veces se prefiere, según el momento, una u otra acepción para defender tal o cual posición dialéctica. Esto produce con frecuencia la esterilidad del debate y, sobre todo, grave confusión en el común de las gentes.

¿Es, pues, especialmente importante el significado de las palabras en esta materia?

Es de extrema importancia, porque, según la significación que se dé al término eutanasia, su práctica puede aparecer ante las gente como un crimen inhumano o como un acto de misericordiosa solidaridad. Estas diferencias tan enormes obedecen con frecuencia a la distinta manera de entender la significación de la palabra, es decir, la realidad que se quiere designar.

No se puede ignorar, sin embargo, que en el debate público también se da no pocas veces, por 
parte de los patrocinadores de la eutanasia, una cierta manipulación - querida o no - de las palabras, cuyo resultado es presentar ante la opinión pública la realidad de la eutanasia como algo más inocuo de lo que es (se dice "muerte dulce", "muerte digna"), y propiciar así su aceptación social; como si no existiera, o fuera secundario, el hecho central de que en la eutanasia un ser humano da muerte a otro, consciente y deliberadamente, por muy presuntamente nobles o altruistas que aparezcan las motivaciones que lo animen a ejecutar tal acción y por poco llamativos que sean los medios que utilice para realizarla.

Todo esto no quiere decir que el debate sobre la eutanasia dejaría de existir si todos hablásemos de lo mismo y otorgásemos al término idéntico significado. El debate también se produciría aun cuando por eutanasia todos entendiesen una sola cosa: el causar la muerte de otro, con su consentimiento o no, para evitarle dolores físicos o padecimientos de otro tipo, considerados insoportables.

Tomada la eutanasia de esta manera, existen algunas personas y grupos partidarios de legalizarla y de darle respetabilidad social, porque interpretan que la vida humana no merece ser vivida más que en determinadas condiciones de plenitud, frente a la convicción mayoritaria que considera, por el contrario, que la vida humana es un bien superior y un derecho inalienable e indisponible, es decir, que no puede estar al albur de la decisión de otros, ni de la de uno mismo.