El Santo Padre recordó que Dios llama a los jóvenes “a respetaros también en el romance y en el noviazgo, pues la vida conyugal que, por disposición divina, está destinada a los casados es solamente fuente de felicidad y de paz en la medida en la que sepáis hacer de la castidad, dentro y fuera del matrimonio, un baluarte de vuestras esperanzas futuras”.
“Repito aquí para todos vosotros que ‘el eros quiere conducirnos más allá de nosotros mismos, hacia Dios, pero por eso mismo requiere un camino de ascesis, renuncias, purificaciones y saneamientos’ (Carta encl. Dios caritas est, (25/12/2005), N. 5). En pocas palabras, requiere espíritu de sacrificio y de renuncia por un bien mayor, que es precisamente el amor de Dios sobre todas las cosas”, indicó.
También le pidió “resistir con fortaleza a las insidias del mal existente en muchos ambientes, que os lleva a una vida disoluta, paradójicamente vacía, al hacer perder el bien precioso de vuestra libertad y de vuestra verdadera felicidad. El amor verdadero ‘buscará siempre más la dicha del otro, se preocupará cada vez más de él, se donará y deseará existir para el otro’ (Ib. N. 7) y, por eso, será siempre más fiel, indisoluble y fecundo”.
“Para ello, contáis con la ayuda de Jesucristo que, con su gracia, hará esto posible (cf. MT 19,26). La vida de fe y de oración os conducirá por los caminos de la intimidad con Dios, y de la comprensión de la grandeza de los planes que Él tiene para cada uno”, recordó.
Que hermosas palabras de nuestro Santo Padre, recuerda EL VERDADERO AMOR ESPERA, sé valiente joven asiste este JUEVES 15 DE SEPTIEMBRE a las 18 horas a la Catedral Metropolitana de Guayaquil, y ofrécele a Jesús esta promesa y Él que no se deja ganar en generosidad te dará gracias incalculables, no tienes nada que perder y puedes ganar tu verdadera libertad.
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